martes, 10 de enero de 2012



* Altura a la cruz: de 60 a 65 cm
* Peso: de 40 a 45 kg
* Capa: blanca
* Promedio de vida: doce años
* Carácter: vigilante y leal
* Relación con los niños: buena
* Relación con otros perros: tiende a ser dominante
* Aptitudes: guarda, defensa y caza mayor
* Necesidades del espacio: jardín
* Alimentación: unos 650 g. de alimento completo seco
* Arreglo: nulo
* Coste mantenimiento: elevado
* Clasificación general: Razas de perros grandes
* Clasificación según la FCI: Grupo 2: Perros tipo Pinscher y Schnauzer Molosoides y perros tipo montaña y boyeros suizos > Molosoides




Los antepasados del Dogo Argentino (razas del tipo molosoide) eran los perros más utilizados en combates y peleas, hecho que propicia que a veces este perro pueda tener un carácter dominante y testarudo. Se dice que rara vez admite que siente dolor y que en una pelea puede llegar a luchar hasta la muerte si es necesario.
Origen

El responsable del nacimiento del Dogo Argentino fue Antonio Nores Martínez, quien hacia 1900 utilizó los dogos que corrían por Argentina desde el siglo XVI para crear una nueva raza idónea para cazar pumas. Quería encontrar un perro de tamaño mediano que se pudiese utilizar en las zonas montañosas y que fuese de color blanco, para poder localizarlo fácilmente en la pampa argentina. Después de algunos cruces de los dogos indígenas con Pointers, Boxers, Dogos Alemanes, Bull Terriers, Bulldogs, Irish Wolfhounds, Dogos de Burdeos y Mastines Españoles, en 1928, Antonio consiguió lo que quería y redactó el estándar de la raza.
Comportamiento

El Dogo Argentino es un perro sensible, equilibrado, fiel, valeroso, inteligente y discreto. Es un vigilante nato poco ladrador y un buen compañero de juegos para niños mayores de doce años. Aunque tolera que le tiren de la cola, que se suban encima de él, que lo pellizquen o que lo empujen, eso no quiere decir que disfrute con ello. Es importante ensañar a los niños a tratar a un perro tan fuerte este.
Aspecto

El Dogo Argentino es un perro bastante grande, muy musculoso y de color completamente blanco. Tiene una cola larga y gruesa y unas orejas de mediana longitud, anchas, gruesas y colgantes.
Cuidados específicosDogo Argentino

Es importante empezar el adiestramiento del Dogo Argentino tan pronto haya cumplido las 12 semanas, para así canalizar correctamente su entusiasmo y toda su energía. Es recomendable educarlo con suavidad y dejar de lado la violencia. Hay que acostumbrarlo enseguida al contacto humano y no aislarlo.
El Dogo Argentino necesita mucho espacio y no es adecuado para vivir en una vivienda pequeña. Requiere que le propinen unas buenas dosis de ejercicio.
Salud

El Dogo Argentino, como la mayoría de perros blancos, es propenso a la sordera. Debido a su tamaño también puede verse afectado por la displasia de cadera.



En primer lugar y sobre todo, el Dogo Argentino es un cazador de piezas de caza mayor que es capaz de seguirle el rastro a la presa a través de bosques, de densas praderas y de arbustos. Pero una mirada a este hermoso perro blanco le dice que no se trata de un perro de caza ordinario. La exuberante musculatura y su poderosa estructura le confieren al Dogo Argentino no sólo gran fuerza, sino también una extraordinaria agilidad, rapidez y resistencia. Teniendo en cuenta el tamaño de esta raza (unos 40-45 kg cuando está totalmente crecido), la agilidad del Dogo Argentino es un fantástico espectáculo que no le gustará perderse, ya que a esta raza le satisface hacer gala de su capacidad atlética.

La rapidez del Dogo Argentino también es impresionante. Al igual que un gran velocista, este perro es capaz de alcanzar una gran celeridad en un momento, y parece alcanzar su punta de velocidad tras dar unos pocos pasos. El Dogo Argentino también recuerda a un caballo pura sangre de carreras, ya que puede correr con una gran resistencia y a un ritmo rápido y constante.

El Dogo Argentino apenas tiene competencia en cuanto a valentía, tenacidad e inteligencia. Una vez ha fijado su vista en algo, es imposible evitar que este perro consiga su objetivo. Ningún terreno escabroso, mal clima u obstáculo hará que abandone. A veces esta resolución puede ser peligrosa, ya que el Dogo Argentino rara vez admite que siente dolor y está más que deseoso de luchar hasta la muerte si es necesario.

Si los rasgos mencionados no son suficientes para convencerle de la versatilidad y la capacidad atlética del Dogo Argentino, tenga en cuenta que esta raza ha conocido el éxito no sólo en la caza sino también en las pruebas de obediencia, el trabajo militar y policial, el Schutzhund y la búsqueda y rescate, además de utilizarse como perro lazarillo.
Temperamento, adiestramiento y ejercicio

El Dogo Argentino tiene un fuerte temperamento, una gran inteligencia y, como la mayoría de perros, trabaja muy duro para complacer a su amo. Esto hace que la raza sea ideal para el adiestramiento de obediencia además de para el adiestramiento para usos prácticos, como las tareas en casa o en la granja. De todas formas, existen unos pocos elementos que deben tenerse en cuenta cuando se lleva a cabo un programa de adiestramiento.

En primer lugar, no se deje embaucar por la mirada fría, dura e intimidatoria característica de la raza, ya que nunca se quiso que esta mirada fuera dirigida a las personas. Más bien al contrario, el Dogo Argentino es una raza muy sensible que no reacciona bien ante el trato severo por parte de su amo. Los castigos físicos, aparte del típico tirón del collar estrangulador, son innecesarios y no recomendables. Estos perros son muy receptivos al refuerzo positivo durante su adiestramiento y aprenden muy rápido si se les maneja de esta manera. Utilice correcciones amables y constantes junto con un tono de voz severo cuando sea necesario, y notará rápidos avances.

Como el Dogo Argentino es muy inteligente, se aburre con facilidad con la repetición y con las tareas aparentemente inútiles. Para combatir esto, haga que las sesiones de obediencia duren poco (no más de quince minutos) y enséñele al perro las máximas tareas posibles. Trate de incluir tantas diversiones como sea posible (por ejemplo, que vaya a coger y le traiga una pelota o juegos con discos voladores) entre las tareas mundanas. Su perro notará lo bien que se lo está pasando usted y él reaccionará, de forma recíproca, con el mismo entusiasmo.

El programa de adiestramiento que diseñe debería proporcionarle mucho ejercicio a su Dogo Argentino. Una simple mirada a su impresionante musculatura nos basta para ver que este perro tiene una gran capacidad atlética y que necesita actividad. Si se lleva a su perro de cacería, entonces es probable que no tenga que preocuparse de mantenerle activo. De todas formas, si lo tiene como mascota familiar, asegúrese de mantener una rutina de ejercicio vigoroso.Dogo Argentino

Lo ideal es que el Dogo Argentino disponga de mucho espacio al aire libre para correr y pasear en sus dominios. Si éste no es el caso, debe llevar al perro a una zona al aire libre como mínimo una o dos veces por semana. Debido a su instinto innato para la caza, no le deje suelto por el campo. Puede que encuentre una presa y quizás no vuelva nunca. En lugar de eso, compre una correa larga, como las que se utilizan en las pruebas de rastreo (de unos 30 m de longitud) y póngase en buena forma para así correr junto a su perro.
El Dogo Argentino en casa

El Dogo Argentino es una raza amistosa con la gente y que establece un vínculo fuerte y duradero con su amo y su familia. Los hermanos Nores trabajaron muy cuidadosamente para introducir este rasgo en la raza y, hoy día, los resultados se ponen, claramente, de relieve.


Hable con cualquier propietario de un Dogo Argentino y escuchará las mismas cosas: «No se tumba al lado de mis pies sino sobre mis pies», «Llora cuando nos encontramos en otra habitación», «Quiere que le acaricie y le abrace constantemente», «Es mi sombra, no puedo ir a ningún sitio sin que me siga». Desde luego que el Dogo Argentino espera el contacto humano, tanto físico como emocional. Aunque esta raza se siente muy unida a sus propietarios, rara vez sufre de ansiedad por separación. Este perro es una mascota ideal para tenerlo con los niños, ya que tolerará que le tiren de la cola, que se suban encima de él, los pellizcos, los empujones o cualquier otra cosa sin ni siquiera emitir un gruñido. De hecho, casi parecería como si estuviera disfrutando con las bromas que le gastan los niños. No se equivoque, el Dogo Argentino no disfruta con ningún tipo de trato cruel. Se debería enseñar a los niños la manera adecuada de tratar a cualquier perro, especialmente a uno tan fuerte como el Dogo Argentino.

Después de haber tenido unos pocos Dogos Argentinos y de haber visto muchos otros, parece inverosímil que la raza no esté permitida en Gran Bretaña debido a su «temperamento cuestionable ». Más bien al contrario, puede que esta raza sea la más dócil, respetuosa y afable con la que se haya encontrado el autor. Desgraciadamente, las dañinas leyes específicas para ciertas razas han prohibido a muchas razas de fantásticos perros de compañía en ciertos países. Este autor se lamenta de que las ignorantes «autoridades caninas» hayan descrito al Dogo Argentino como «un Pit Bull gigante». No tengo nada malo que decir de esta raza, ya que muchos de estos perros son intachables compañeros, pero es triste que se aplique este estigma a este maravilloso perro argentino.

Hay gente que le dirá que el Dogo Argentino es un gran perro guardián, ya que es muy fuerte, está muy alerta y tiene un instinto agresivo. Esta teoría es, en gran parte, bastante débil. Sí, es cierto que están muy alerta y que investigarán, debido a su curiosidad, cualquier ruido u olor inusual que note en la zona donde esté. También debe comprenderse que no se crió al Dogo Argentino para ser un vigilante nocturno, sino un cazador. Con su instinto cazador es improbable que su superperro se sienta feliz vigilando su hogar como tarea principal o única. Es un cazador y vive para la caza. Con esto no queremos decir que no sea un perro de guarda; de hecho, debido al fuerte vínculo emocional del Dogo Argentino con su familia, actuará rápidamente cuando perciba que alguien o algo pueden hacer daño a su amo y/o a los que quiere.

El Dogo Argentino no es un perro al que se pueda dejar solo en el jardín o en una perrera. Ellos gravitan en torno al calor humano y prefieren estar en su compañía. Se encontrará con que aunque él necesita estar cerca de usted, no precisa, necesariamente, de caricias y de atención constante. Se mostrará muy contento tumbado en el suelo al lado de (aunque más bien sobre) sus pies y no ser un estorbo.

Dogo ArgentinoPuede que el Dogo se convierta en un fastidio cuando le deje usted solo, ya que es un perro muy activo que se aburre con facilidad. Acepte este consejo del autor, que ha observado con sus propios ojos algunas consecuencias nefastas por dejar al perro entretenerse por su cuenta en el jardín durante unas pocas horas. Una de las veces volví para encontrarme con que la perra se había hecho con un «palo» para jugar; de hecho, el «palo» era un tablón de casi dos metros que había arrancado de la fachada trasera de casa. En otra ocasión volví de la compra para encontrarme con que faltaba una sección de dos metros del tubo de desagüe de aluminio que bajaba por la fachada lateral de mi casa. Unos segundos más tarde vi a mi hermoso Dogo Argentino con el tubo, que le impedía pasar a través de una verja estrecha, entre sus dientes. Otra vez le cogí arrancando la corteza de la base de un viejo roble. Como si el miedo a que se comiera mi casa no fuera ya bastante problema, me encontré con que mi cachorro ya muy crecido se dedicaba a excavar hoyos del tamaño de cráteres lunares cuando se aburría de morder los tablones. Al principio encontré que estas actividades me angustiaban, estaba preocupado por lo que le pudiera estar pasando a mi perro, hasta que hablé con otros propietarios de Dogos Argentinos que tenían historias casi idénticas que contar. ¿Ha aprendido la lección? Mantenga a su Dogo Argentino ocupado, atiéndale y llévele con usted siempre que sea posible.

Además del establecimiento de vínculos del Dogo Argentino con el hombre, también es importante apreciar que este perro es un animal de una sola familia. Una vez establezca lazos con una familia no reaccionará muy bien ante los cambios a este respecto. Si se le aparta de su familia y se le aloja con otro propietario, padecerá una gran ansiedad y depresión. Aunque sobrevivirá a tal cambio, se duda que el animal experimente una gran alegría y quizás muestre síntomas de estrés.

Teniendo todo esto en cuenta, tiene sentido traer a un Dogo Argentino a un hogar lleno de cariño cuya intención sea cuidarle durante toda su vida. Esta raza se llevará bien con todas las personas de la familia y no tiene una especial preferencia por ningún miembro concreto, de hecho, lo más probable es que suceda todo lo contrario. El perro conocerá rápidamente las personalidades y el comportamiento de cada miembro de la familia y actuará de acuerdo con ello; por ejemplo, aprenderá que puede aprovecharse de los niños con buen corazón mendigando comida, y aun así, nunca se molestará en pedírsela al severo cabeza de familia.

Ya que hemos tocado el tema de los niños, se debe sociabilizar al Dogo Argentino con ellos desde una edad temprana. A pesar del gran tamaño y fuerza de esta raza, es el Dogo Argentino, y no los niños, el más vulnerable a las heridas. El perro es lo suficientemente listo como para darse cuenta de que un niño es muy frágil, desvalido y que frecuentemente hace las cosas sin pensarlas. Como respuesta, él tendrá mucho cuidado con el niño y mostrará una enorme tolerancia. Puede que el niño tenga una cierta tendencia a aprovecharse de esto y a hacerle cosas al perro que no deberían hacerse.

Un ejemplo claro de lo que se encontrará frecuentemente es a un niño tratando de subirse encima del perro y de montar en él, como si se tratara de un caballo. Para el niño, inconsciente, se trata de una asunción normal (después de todo, a una personita de menos de un metro, el robusto y enorme Dogo Argentino puede parecerle un caballo). De todas formas, se debería poner fin de inmediato y por todos los medios a estas prácticas. Aunque se trata de una raza de tórax ancho y de extremidades fuertes, nunca fue diseñada para que se montaran encima de él. Al niño se le debe enseñar pronto que el perro puede acabar gravemente herido debido a tales acciones, ya que es bastante improbable que el animal se defienda.

Por naturaleza, la raza mostrará una paciencia sin límites con los ignorantes niños, debido en parte a su necesidad de atención humana y más aun por su alta tolerancia al dolor. Yo he visto a niños que intentaban montarse, sentarse y tumbarse encima de un Dogo Argentino, estirarle la cola o las orejas, apilar objetos sobre su cuerpo, pincharle con diversos objetos romos y afilados y meterle cosas en los ojos, las orejas, la boca, etc. A pesar de todo esto, el perro nunca se queja ni gruñe. En lugar de eso, tolera el abuso y echa una mirada como diciendo «¿Puedes creerlo?». Reiteramos que esta paciencia es una característica de la raza y, así pues, es necesario vigilar a los niños y enseñarles cómo deberían jugar con el perro.
Dogo Argentino
Esta tolerancia no siempre la muestran con otros animales, aunque esto depende del adiestramiento y de lo que haga el Dogo Argentino a diario. Esta raza debe ser sociabilizada con otros animales domésticos a una edad temprana para así evitar cualquier posible agresión hacia el gato o el conejo que tengamos como mascota. Un Dogo Argentino que sea adiestrado y utilizado regularmente en expediciones de caza mostrará, ciertamente, una mayor agresividad hacia otros animales. Debido a su instinto innato por la caza, incluso los que nunca han visto a un jabalí o no han participado en una montería, olisquearán y darán caza a conejos y roedores con los que se topen durante una excursión al aire libre. Esto no quiere decir, de ninguna manera, que el Dogo Argentino sea una raza peligrosa o agresiva, más bien al contrario, uno de los principales objetivos (que ha sido logrado) de esta raza es llevarse bien con los otros perros que forman una jauría de caza.

El Dogo Argentino es una perro seguro de sí mismo y con confianza, que no busca la confrontación para poner fin a sus inseguridades. Al mismo tiempo, rara vez provocará una pelea pero, si se le instiga, tenga presente que se defenderá. Generalmente, no se trata de una preocupación importante. Hemos llevado muchas veces a nuestros Dogos Argentinos a los parques, la playa y otros lugares donde hay perros y nunca hemos tenido problemas. Incluso los perros pendencieros que gruñen o ladran no molestan a nuestro superperro: les ignora con total frialdad y desinterés. Está por encima del reto. Independientemente de su confianza en él, téngale siempre sujeto por su correa, por la seguridad de la raza ante tipos miedosos e ignorantes.

Debido a los vínculos del Dogo Argentino con su amo y su familia, podrá contar con la protección del perro si se encuentran con un ataque o con otro tipo de problema. Con su fuerza, tenacidad e inteligencia, es un guardián competente que correrá a protegerle sin importarle su propio bienestar. Puede sentirse seguro llevándole de paseo por una calle solitaria en plena noche.
Enfermedades inherentes

Al igual que sucede con cualquier otra raza grande, el Dogo Argentino es susceptible a padecer la displasia de cadera (DC). Cuando lo adquiera, asegúrese de obtener del criador un certificado conforme sus caderas están sanas. Si tiene intención de hacerle criar, es conveniente obtener una radiografía de sus caderas y que los resultados sean enviados a una organización reconocida para la evaluación de las mismas. Asegúrese de someter al perro a estas pruebas y de conseguir la aprobación antes de comenzar con un programa de cría. Se puede diagnosticar esta enfermedad degenerativa de la articulación en los cachorros de cuatro o más meses de edad. Esto es muy importante para que así los criadores se libren de la DC en sus líneas. En el caso de los cachorros de menor edad, los criadores les deberían proporcionar a los compradores los resultados de las pruebas diagnósticas del padre y la madre.

Otro problema congénito que se debe tener en cuenta es la sordera. La mayoría de las razas de capa blanca, entre las que se incluye el Dogo Argentino, parecen tener una alta incidencia de este mal. Un perro puede ser sordo de un oído (sordo unilateral) o de ambos (sordo bilateral). El único examen auditivo reconocido es el de la Respuesta Auditiva Evocada por el Tallo Cerebral (RAETC), que se suele llevar a cabo en los cachorros de ocho o más semanas de vida. Los criadores responsables deberían proporcionarles los resultados de la prueba RAETC a todos los propietarios de un Dogo Argentino.

Aunque no parece haber problemas oculares inherentes entre esta raza, si tiene pensado hacer criar a su perro, asegúrese de someterle a pruebas para descartar problemas oculares congénitos (como las cataratas, la atrofia progresiva de la retina y el glaucoma). Cerciórese de contactar con un oftalmólogo veterinario aprobado por la junta que pueda extender un certificado que pueda ser inscrito en una organización para la calificación.